El último informe del Observatorio del Almacenamiento en Frío de ALDEFE destaca cinco
tendencias clave que definirán la industria en el próximo trienio (2023-2025), centrándose en
aspectos como la digitalización y automatización, la tecnología de la cadena de frío inteligente,
la sostenibilidad energética de los almacenes, la reducción de la huella de carbono en el
transporte y el crecimiento sostenido de la demanda de almacenamiento en frío.
Pero antes de sumergirnos en las tendencias que definirán la logística del frío en el trienio
2023-2025, es crucial comprender el estado actual de esta industria, que se apoya en tres
pilares fundamentales.
Energía, trabajo y sostenibilidad
La logística del frío es conocida por su alta demanda de energía, ya que mantener productos a
temperaturas controladas durante todo el proceso de transporte y almacenamiento requiere
de sistemas de refrigeración y congelación eficientes.
En este sentido, la eficiencia energética se ha convertido en un imperativo para las empresas que operan en este sector. Los avances tecnológicos han permitido la adopción de sistemas de refrigeración más eficientes y la búsqueda de fuentes de energía más sostenibles. La transición hacia energías renovables y la implementación de tecnologías de almacenamiento de energía son tendencias clave en la reducción del consumo de energía en los almacenes de frío.
Asimismo, el trabajo en la logística del frío ha estado históricamente asociado con condiciones
laborales desafiantes debido a las bajas temperaturas en los almacenes. Sin embargo, las
empresas han tomado medidas para mejorar la seguridad y el bienestar de los trabajadores.
Esto incluye la implementación de equipos de protección personal adecuados, sistemas de
calefacción en áreas de descanso y la automatización de tareas que implican exposición
prolongada al frío. La tecnología desempeña un papel esencial en la mejora de las condiciones
laborales, al tiempo que aumenta la eficiencia y reduce el riesgo de lesiones.
Por último, aunque no menos importante, la sostenibilidad ha demostrado ser un factor crítico
en la logística del frío debido a su impacto ambiental significativo. La industria ha asumido la
responsabilidad de reducir su huella de carbono y minimizar el desperdicio de recursos. Esto se
ha traducido en una mayor adopción de prácticas ecoamigables, como la implementación de
sistemas de refrigeración ecológicos, la optimización de rutas de transporte para reducir
emisiones y la gestión eficiente de la cadena de suministro para evitar el desperdicio de
productos perecederos. Además, la sostenibilidad se ha convertido en un punto de enfoque
para la innovación tecnológica en la logística del frío, impulsando el desarrollo de soluciones
más ecológicas.
Juntos, estos tres pilares dan forma a las cinco tendencias que, desde inicios de este año,
protagonizan la evolución cortoplacista de la logística del frío.
1. Digitalización y automatización
La digitalización está remodelando la logística del frío al ofrecer soluciones de seguimiento y
gestión en tiempo real. Estas soluciones permiten la monitorización constante y el control
preciso de parámetros críticos, como la temperatura, durante todo el proceso logístico.
Además, la automatización de tareas, como la carga y descarga de mercancías, aumenta la
eficiencia y minimiza errores humanos.
2. Cadena de frío inteligente
La tecnología avanza rápidamente en la gestión de la cadena de frío. Sensores avanzados, el
Internet de las Cosas (IoT) y sistemas de inteligencia artificial se están implementando cada vez
más para garantizar el mantenimiento de las condiciones adecuadas en todo momento. Esta
tecnología no solo asegura la calidad y seguridad de los productos, sino que también reduce el
desperdicio.
3. Sostenibilidad energética de almacenes
La sostenibilidad ambiental es una preocupación prioritaria en la logística del frío. Los
almacenes buscan soluciones energéticamente eficientes, como sistemas de refrigeración
avanzados y la producción de energía renovable local. Reducir el consumo de energía no solo
disminuye los costes operativos, sino que también mitiga la huella de carbono de la industria.
4. Reducción de la huella de carbono del transporte
El transporte de productos refrigerados es un componente esencial de la logística del frío, pero
también representa una fuente significativa de emisiones de carbono. Las empresas están
implementando medidas para reducir su impacto ambiental, incluyendo la optimización de
rutas, la adopción de vehículos sostenibles y la inversión en tecnologías de transporte más
limpias.
5. Crecimiento sostenido de la demanda de almacenamiento en frío
La demanda de servicios de almacenamiento en frío sigue en aumento, impulsada por la
necesidad de productos frescos, productos farmacéuticos y la cadena de frío para vacunas y
productos médicos. Las empresas deben estar preparadas para expandir sus capacidades de
almacenamiento y adaptarse a las cambiantes necesidades del mercado.
En resumen, la logística del frío se encuentra en una fase de transformación constante,
enfocada en cuestiones críticas como la sostenibilidad, la eficiencia y la calidad de los
productos. Las empresas que adopten estas tendencias, como ya está haciendo Soapa Europa,
estarán mejor posicionadas para sobresalir en el próximo trienio y continuarán desempeñando
un papel fundamental en una sociedad que depende cada vez más de productos sensibles a la
temperatura.